Iván Mikolji es un artista y fotógrafo que se ha dado a la tarea de registrar con su lente, la flora y la fauna presente en los ríos de Venezuela. Gracias a esa iniciativa, formó parte del equipo encabezado por el investigador Antonio Machado Allison, y aportó su talento artístico en la publicación del Catálogo Ilustrado de Peces del «Parque Nacional Aguaro Guariquito».
Humberto Luque M.
Ivan Mikolji es un hombre que ha puesto su talento al servicio del planeta. Sus pasiones, como son el arte y la fotografía, las ha mezclado para poder ofrecer opciones de visibilidad al medio ambiente y su riqueza.
Este hombre que se define como un autodidacta, es además uno de los principales exponentes del acuarismo en nuestro país. Simplemente, lo que ha hecho es unir los puntos para enrumbarse hacia la noble tarea de preservar el agua dulce y las cuencas hidrológicas.
Es por ello que en la actualidad, y desde hace varios años, se sumerge en los cauces de los ríos venezolanos para atrapar con su lente, las imágenes de los peces de agua dulce en su hábitat natural. Su motor de vida se expresa en esa necesidad latente por descubrir especies que aún no han sido descubiertas por el hombre.
Mikolji, señala que avanza cada día en el registro de todas las especies, inclusive, comenta que tiene muchas imágenes de especies que ni siquiera hoy existen.
A propósito de la presentación del Catálogo Ilustrado de Peces del «Parque Nacional Aguaro Guariquito», en el que participó, quisimos conocer su visión respecto a la importancia que tiene este tipo de proyectos.
“Desde que empecé en esta labor, se me ocurrió un lema: ‘No se puede preservar algo que no se sabe que existe’. Recuerdo que iba a los caños y tomaba fotos a los peces debajo del agua; y luego, traía esas fotos, se las mostraba a algunos científicos, ictiólogos, quienes muchas veces no sabían o decían: “Es una especie nueva, dónde la conseguiste”.
De igual forma se las mostraba a los lugareños, y ni siquiera sabían que determinado pez vivía en ese caño. He allí la importancia de conocer para poder preservar. Este tipo de publicación lo que hace es educar y permite conocer sobre lo que tenemos y lo que debemos cuidar”, acota.
Destaca que este tipo de proyectos “también son buenos porque permiten mostrar el inventario de lo que tenemos en Venezuela. Este es el inventario de la biota, de la fauna, de los peces que tenemos en el país. Eso hay que documentarlo, para saber qué es lo que tenemos y conocer los beneficios que podemos obtener de ellos para, en el futuro, cuando se regrese nuevamente al río, constatar si la especie permanece”.
Complejidad del proyecto
Cuando se indaga sobre el nivel de complejidad que tiene la ejecución de este tipo de proyectos centrados en llevar el registro de especies de una zona en particular del país, Iván Mikolji señala cómo, precisamente, lleva años realizando este trabajo, específicamente desde finales del año 2005.
“En ese momento, decido dejar de hacer lo que hasta ese momento hacía, y convertirme en explorador de ríos. Decido ir a cada río y documentar los biotopos, la flora, la fauna, los hábitats acuáticos; lo que empecé fue a pasar diez días de cada mes en el monte. Luego de diez años esos viajes sumaron más de 120 expediciones a nivel nacional, y más de 250 mil fotografías y videos tomados”, indicó.
Destaca que en ese entonces, iba a los ríos a documentar los peces bajo el agua, en su hábitat. Sin embargo, comenta que de inmediato se dejaba cautivar por otras imágenes.
“Por ejemplo, ves a una orquídea increíble, silvestre, y le haces la foto a esa flor, así no sea acuática, entonces después de 13 ó 14 años, tienes una documentación de nuevas especies de orquídeas que incluso no han sido descritas. Tengo más de 50 mil fotos de flores silvestres, muchas ni siquiera se sabe qué son. Es un inventario entonces no sólo de lo acuático, sino también de aquellas cosas que me llaman la atención en el recorrido”.
Refiriéndose al aspecto particular que conllevó la ejecución del proyecto del catálogo, señaló que fue muy compleja “porque ese libro contiene muchas fotos subacuáticas, y tomar fotos debajo de un río es bien complejo. Son fotos inéditas porque son las primeras en el mundo, de esos peces en su hábitat. Por ejemplo, fotos de los peces hoja o lápiz en peceras existen muchas, pero no en su hábitat, tal vez las mías son las únicas en el mundo. Es una cosa que muy poca gente hace. Creo que somos dos o tres, eso de ser fotógrafos sub acuáticos continentales a tiempo completo”.
Refiere que lo grato de la experiencia, es “que muchas de esas fotos fueron las primeras que se tomaron de nuevas especies de peces. En Venezuela tenemos más de 1150 especies de peces de agua dulce y una gran cantidad ni siquiera se sabe cómo son”, apunta.
Iniciativa para otras regiones
Cuando se le consulta sobre la posibilidad de llevar a cabo este tipo de investigaciones en otras regiones del país, refiere lo que ha sido su experiencia. “Hay sitios adonde no he llevado a cabo este tipo de actividad, como por ejemplo, el estado Zulia o Táchira, de las que no tengo muchas imágenes. Sin embargo, de Mérida sí tengo bastante, no así de Sucre”.
Resalta que cuenta con fotos de muchas regiones. “Siempre tengo más de aquellas zonas que empecé a visitar primero”.
Indica que comenzó por la Meseta de Guanipa, por la parte que corresponde a Anzoátegui y Monagas. “Como empecé por ahí ya era mucho más fácil la labor, puesto que comencé a conocer la zona y su gente. Tengo muchas fotos de la Meseta de Guanipa, también de la zona de la Gran Sabana, Puerto Ayacucho, Atabapo, y la zona de Apure; también Bolívar en la parte de Pijiguao, y la cuenca de la Costa, en la zona de Yaracuy”.
Reconoce que hay sitios en los que hace falta mucho trabajo por hacer, y son pocos, por no decir, en su caso, el único, que se dedica a esa actividad; es por ello que queda mucho camino por recorrer”. En ese orden señala, a modo de broma, que “soy el mejor fotógrafo subacuático continental de Venezuela, porque soy el único”.
Explica que ha buscado mucho apoyo en las instituciones científicas “porque no soy científico. No tengo ninguna filiación con alguna universidad. Precisamente, como no tengo ese estudio, busco relacionarme con gente relacionada con las universidades, para buscar un apoyo académico”.
Labor con mística
Iván Mikolji, describe su experiencia durante el tiempo que lleva ejecutándola como apasionante. “En lo personal estoy completamente feliz, el trabajo que he realizado lo he hecho con mucha mística, y ahora lo bueno es que después de 13 años de estar en el monte, me he conectado con uno de los mejores curadores y museógrafo del país, Eduardo Planchart Licea”.
Con él ha empezado a organizar exposiciones para mostrar su trabajo a todo el mundo. “Le estamos dando la vuelta a Venezuela, fuimos a Puerto Ordaz, y a otros lugares donde, por ejemplo, los niños tenían la oportunidad de ver y apreciar las fotografías de todo esto que teníamos. Hemos mostrado, por ejemplo, orquídeas de Venezuela, en su hábitat natural”.
“Lo que estamos tratando de hacer es ver, cómo agarramos todo ese material de 250 mil fotos y hacemos estas exposiciones para mostrarlas, y hacer libros. De mi trabajo pueden salir muchísimas más publicaciones, no solamente de las mostradas en este proyecto que lideró el profesor Machado Allison, sino también de flores silvestres de Venezuela; al igual que ríos, peces, hábitats acuáticos continentales, morichales… En fin, creo que se pueden hacer como 15 libros más con el material que tenemos”.
Este fotógrafo artista está enfocado en querer sembrar conciencia a través de sus creaciones enseñando lo que otros no pueden ver sin sumergirse en un río. Tiene la plena convicción que, a través del conocimiento que las personas tengan de los paisajes subacuáticos, el ser humano valore y aprenda a querer los ecosistemas y, por supuesto, a preservarlos.
Excelente nota y porsupuesto muy buenas respuestas de Iván, faltaría el tercer actor Roberto Dela Fuente, quien así como Ivan, ha dedicado su vida a ilustrar nuestros pobladores originarios, sus costumbres, arte y también los peces.
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