Rectora García-Arocha

Rectora de la UCV: “Mujer ucevista simboliza trabajo, esfuerzo y dedicación”

El día de hoy, 28 de mayo de 2021,  se llevó a cabo la presentación del  “Libro Conmemorativo 300 años de la UCV”, evento que se llevó a cabo en forma virtual, y que fue promovido por la Universidad Metropolitana y la Universidad Central de Venezuela.

En el encuentro, la Rectora Cecilia García-Arocha Márquez participó con la ponencia titulada: MUJERES EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR: una mirada en retrospectiva a su influencia a lo largo de 300 años de historia de la Universidad Central de Venezuela».

Pasos firmes por la igualdad

La Rectora García-Arocha inició su intervención haciendo un paseo sobre lo que ha representado para la mujer ganar espacios en medio de la discriminación que durante siglos tuvo que enfrentar para  hacerse de un lugar y dar pasos firmes hacia la igualdad de derechos sociales.

“Durante la edad media el ingreso de las mujeres a la universidad no estaba permitido. Sólo los conventos proporcionaban refugio a aquellas mujeres que deseaban estudiar y que pudieron, mediante la experiencia, adquirir un conocimiento médico. La batalla en contra de la discriminación histórica hacia las mujeres durante siglos, ha contribuido a que se den pasos firmes hacia la igualdad de derechos sociales, de tal manera que hoy la mujer ha podido insertarse en el ámbito de la educación superior y la Investigación. En el caso de la educación superior, la presencia de la mujer fue muy escasa hasta hace unas cuantas décadas”, explicó.

La rectora de la UCV, en su ponencia se refirió a como para el momento de la independencia, por ejemplo, Venezuela tenía una población diezmada por las guerras y el terremoto de 1810, de menos de un millón de habitantes.

“Era un país pobre, fundamentalmente rural, desarticulado. Para finales de la década de 1840 cada una de las provincias tenía por lo menos una escuela para niñas dedicada al primer nivel de enseñanza. La educación no alcanzaba la calidad programática y el alcance de la de los varones, y no preparaba a las chicas para ingresar a la universidad, lo que en parte explica la ausencia de las mismas en la Universidad Central de Venezuela”.

Señaló en ese sentido, como en “los 189 años desde su fundación hasta 1910 no se encontró en sus registros ningún nombre que podamos deducir que es de una mujer. Entre 1911 y 1939, la universidad graduó a un número cada vez mayor de jóvenes. Los primeros nombres que asociamos con figuras femeninas comienzan a asomarse tímidamente a partir de la tercera década del siglo XX. Hasta 1936, sólo tres mujeres, además de las hermanas Duarte, habían podido graduarse en la Universidad Central: María de Jesús Lión (odontología, 1904), María Fernández Bawden (farmacia, 1924) y lya Ímber (medicina, 1936); narra Humberto García Arocha, en la biografía de Ímber, que

fue una joven inmigrante que había llegado a Venezuela en 1930. Su ingreso constituyó un gran desafío a la UCV para la época y este hecho se convirtió en un gran acontecimiento en la Caracas aldeana, fresca y estudiantil. Fue la única mujer de la promoción de 83 estudiantes que habían aprobado el sexto año de medicina ̈. En los primeros 200 años de fundada, de la UCV egresaron de sus filas 26 mujeres contra 14.676 hombres (0,18 %, distribuidas en carreras como: filosofía, farmacia, ciencias médicas y odontología).

Mujeres al poder ucevista

En 1992, 267 años después de su fundación, García-Arocha Márquez, explicó que es elegida la primera mujer para ejercer la Secretaría de la UCV, la profesora Alix García.

 “Este ha sido el cargo de autoridad con mayor tránsito femenino, luego de la profesora García fue ocupado por la profesora Ocarina Castillo en el año 1996; por la profesora Elizabeth Marval Vargas en el 2000, quien además es la primera mujer en el año 2003 como encargada y posteriormente en el 2004 en ejercer el Vicerrectorado Administrativo”.

La rectora García-Arocha, narró como en el año 2004, se convierte en la cuarta mujer en ejercer la Secretaría de la UCV y en la primera mujer odontólogo en hacerlo, labor que, tal como señaló, “me acercó a la problemática universitaria, a los estudiantes y la comunidad, y logramos transformar el sistema de ingreso a la universidad así como importantes victorias que marcaron el camino para que en el 2008, 286 años después de su fundación, la ilustre Universidad Central de Venezuela eligiera democráticamente a la primera mujer rectora”.

Expresa que este “fue un hecho trascendental en mi vida, así como en la historia del rol de la mujer en esta institución, pues esta victoria vino acompañada de la de otras mujeres, como el caso de la Dra. Margarita Salazar quien fue electa como la primera mujer decana de la Facultad de Farmacia y así como otras que lograron una importante mayoría en cargos al cogobierno universitario. El liderazgo estudiantil ucevista también estuvo marcado por la lucha de muchas y la llegada en el año 2000 de la primera mujer Presidenta de la Federación de Centros Universitarios, Claudia Heredia, quien años más tarde fue secundada por Rafaela Requesens, así lo demuestran”.

Destacó que “transcurridos ya casi 14 años de mi llegada al rectorado, podemos decir que en la Universidad Central de Venezuela ya no existe exclusión explícita de las mujeres para su ingreso, para ejercer la docencia o dirigirla, quienes nos atrevimos a desafiar las reglas como la joven lya, abrimos infinitos caminos para ampliar la presencia femenina en el medio académico, social, político, religioso, cultural y deportivo”, destacó.

“No hay duda que la Universidad Central, institución pública madre de universidades y escuela de líderes y de ciudadanos durante casi tres siglos, ha impulsado a otras instituciones a disminuir las brechas, a romper las barreras. 300 años después, ser la primera mujer en liderar esta casa de estudio me hizo entender el importante compromiso que tenía con todas las jóvenes estudiantes, pues toda mujer que ha logrado abrir una grieta en el techo de cristal también tiene la obligación de dar la mano a otras mujeres para ayudarlas a entrar en ese espacio de liderazgo, espero ver a la primer decana juramentarse en la facultades de arquitectura, agronomía, ciencias y medicina, así como espero ver a la primera mujer en dirigir este país”, acotó.

Mujer ucevista: símbolo de esfuerzo y dedicación

La Rectora Cecilia García-Arocha Márquez, se refirió, para finalizar su intervención, a lo que significa la mujer ucevista no sólo para la propia institución sino para el país.

“La mujer ucevista, simboliza trabajo, esfuerzo y dedicación, elementos que le han permitido un rol protagónico para vencer paradigmas. Se necesitan más mujeres que asuman el poder y que quieran empoderar a otras para acelerar el cierre de la brecha de desigualdad, así como más hombres como aliados para crear un conjunto de oportunidades juntos, para contribuir a la transformación de la universidad y hacer aportes desde la academia a los graves problemas que hoy sufre Venezuela”, apuntó.

Exhortó a las jóvenes mujeres ucevistas a que “celebremos estos 300 años de historia elevando nuestras voces. Es hora de tener presencia en la universidad y el país, levántense, resistan y compitan por un cargo, la patria nos requiere para asumir con decisiones y firmeza los retos de la historia. Si alguna revolución se está produciendo en Venezuela, ésa es la que llevaremos adelante las mujeres universitarias, porque impulsamos transformaciones en el marco de valores y un profundo espíritu libre, plural y democrático”.

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