Nuestros egresados son el testimonio viviente de la Misión académica y civilizatoria de la UCV, transformada en haberes intelectuales y profesionales, mediante los cuales la UCV cumple el cometido  que la sociedad espera de esa Docta Casa.

Por Amalio Belmonte (*)

Todos los egresados asienten, parafraseando al filósofo español  Fernando Savater, que la Universidad instala en todos,  la convicción que concibe el    transcurrir y ejercicio  de las actividades propias de la educación superior correspondientes, como  un proceso incesante de aprendizaje, porque la Universidad no es una parada intermedia, que agota su influencia  intelectual una vez que egresamos de ella.  Todo lo que sigamos construyendo se sustenta en el acervo científico y cultural provisto por esa noble Institución .De allí el vínculo permanente con el Alma Mater.

Un asunto indispensable de mencionar es la  capacidad de la UCV, similar a sus pares institucionales, para preservarnos  de la ignorancia y del oscurantismo y dotarnos de los valores imprescindibles para contribuir a fortalecer la civilidad en la sociedad venezolana. No solo recibimos un título que valida aptitudes y conocimientos, igualmente   concede   el discernimiento indispensable  para optar por los modelos de vida  que hacen posible la convivencia social, es decir la civilidad.

Loe egresados constituyen la   comunidad académica extendida, que no está limitada a  los espacios físicos donde se asienta el patrimonio construido de la UCV. Son portadores privilegiados de los valores de la Casa que Vence  la Sombra, muestra invalorable de  su existencia, trascendencia y futuro.

En cada egresado vive y se multiplica la razón iluminada recibida de  su Alma Mater.   Percibimos, con orgullo y confianza, que ese conjunto de ucevistas, representa parte  de las reservas  intelectuales, científicas y éticas que nos permitirán enfrentar con mística, gallardía y éxito las inmensas dificultades que acechan a la UCV. Con ese respaldo es imposible  dudar acerca del futuro luminoso de la Casa que Vence la Sombra, porque el esfuerzo de ustedes unido a la comunidad interna  garantiza que no  se produzcan mellas o retrocesos en el altivo historial de la UCV.

¡Felicitaciones!

Impermeables al desaliento

(*) Secretario de la UCV