La Universidad Central de Venezuela se aproxima a cumplir 300 años de fundada; y en el marco de tan importante celebración el historiador y profesor ucevista, Alberto Navas Blanco, presentó recientemente la obra: “El Rey Felipe V de España y la fundación de la Universidad de Caracas en 1721, hoy Universidad Central de Venezuela”, edición que fue posible gracias al apoyo del Vicerrectorado Académico de la Universidad Central de Venezuela, a través de Ediciones de la Biblioteca Central.
Esta publicación, ofrece luces y permite conmemorar los trescientos años de la fundación de la Real Universidad de Caracas, hoy Universidad Central de Venezuela, por la Real Cédula dada en Lerma (Burgos) el 22 de diciembre de 1721.

En la presentación del libro, la rectora Cecilia García-Arocha Márquez junto al Vicerrector Académico, Nicolás Bianco, muestran especial complacencia al mostrar este trabajo que, tal como señalan, representa un “nuevo aporte investigativo,centrado en Felipe V, de nuestro historiador Alberto Navas Blanco”.
Señalan que esta es una “obra que pretende generar conocimiento histórico sobre el proceso de creación de la Real y Pontificia Universidad de Caracas, tomando la figura central del Rey Felipe V y su gobierno monárquico, entre 1700 y 1749, debe ser capaz de relacionar los detalles personales en el desarrollo de la vida de ese importante actor histórico, con la evolución y maduración tanto de la propia monarquía española dentro del proceso de inicio de las Reformas Borbónicas, como por el lado Hispanoamericano, contemplar la importancia del proceso simultáneo de maduración del orden colonial de territorios como el de la Provincia de Venezuela”.

Tal como explican en la presentación del texto “esta correlación permite entender objetiva y críticamente, las circunstancias y variables de la evolución, relativamente tardía, en comparación con Santo Domingo, México y Perú, de la primera universidad venezolana, creada en la ciudad de Santiago de León de Caracas el 22 de diciembre de 1721, capital de la Provincia de Venezuela, que estaba despertando y madurando hacia un proyecto de sociedad que, aún dentro del orden colonial del Imperio español, apuntaba ya hacia una integración precondicionante de lo que iba a ser, después de 1810, la futura República independiente de Venezuela”.
Destacan, como “la creación de la Universidad de Caracas en 1721, como la de la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas en 1728, pese a todas sus aristas coloniales y excluyentes, representaban pasos hacia la modernidad integradora de Venezuela, así como más tarde, el hijo del Rey Felipe V, el Ilustrado Carlos III creó las bases de nuestra territorialidad con la Capitanía General de Venezuela de 1777; posteriormente, se fueron añadiendo la Real Audiencia de Caracas, la Intendencia del Ejército y Real Hacienda de Venezuela, el Real Consulado de Caracas y la Universidad de Mérida, toda una estructuración burocrática, política, religiosa y académica, donde se integraron los más de dos mil egresados de la Universidad de Caracas como funcionarios reales y de los ayuntamientos, preparando con ello las estructuras básicas e iniciales de la futura nacionalidad independiente del siglo XIX”.
Pasado, presente y futuro
En la presentación de la obra, resaltan asimismo, que “la universidad pública y la nación, la de ayer y la de hoy son entidades inseparables, y cada una de ellas reflejaba ayer y refleja hoy las condiciones mutuas de su existencia, por todo ello la salvación de la República fue en el pasado, como lo es aún más hoy, en este presente que define libertad versus, tiranía y esclavitud, indispensable para la supervivencia de la Universidad venezolana, pues sin ella la nación pierde sentido de sí misma, de su condición republicana y carece de rumbo histórico hacia el futuro”.

En ese sentido, recuerdan “la afirmación en 1969 del Rector de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Jesús María Bianco, con motivo de enfrentar con firmeza las estrategias de los cenáculos que desde adentro y en sinergia con diseños de intervención y control del ejecutivo nacional, clausuraron por casi dos años a la UCV. El objetivo inmediato era cercenar y dejar sin efecto el proceso transformador de la renovación académica. El Rector sembró: “La autonomía es a la universidad lo que la democracia es a la República”.
La rectora García-Arocha y el Vicerrector Bianco, hacen referencia a como “el historiador Alberto Navas Blanco destaca la característica originaria del precepto autonómico: “La autonomía universitaria tiene sus raíces en el carácter corporativo de las instituciones en el período clásico de la Edad Media, especialmente el siglo XII, época del surgimiento de las ciudades, el comercio, el arte gótico y las universidades”.
Destacan como a pesar de los periodos de oscurantismo y represión que se han vivido en diversos momentos de la historia de la universidad venezolana, “el balance en estos 300 años de existencia de la UCV y en particular en su etapa republicana es muy positivo. Ha cumplido como universidad y en condición de institución civil y democrática en numerosas áreas del saber y en lo sociopolítico con la misión que le encomendó Bolívar en 1827”.
Con relación a esta obra, “extendemos nuestro más afectuoso reconocimiento al historiador y profesor Alberto Navas Blanco por su magnífica contribución sobre Felipe V, fundador en 1721 de la semilla que dio origen a la estructura venezolana civil y universitaria, la Universidad Central de Venezuela, ‘corazón democrático’ de la Venezuela republicana, y a todo el equipo que contribuyó para hacer realidad este proyecto editorial”, apuntaron.
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