«En los últimos meses el gobierno ha venido realizando diversas podas en la vegetación de los espacios de la Universidad Central de Venezuela, irrespetando el impacto ecológico de la cobertura vegetal», según lo dio a conocer a través de la plataforma de Instagram el equipo del Proyecto Biodiversidad Urbana UCV (@biourbanaucv).
Este proyecto Biodiversidad Urbana UCV a través de sus redes sociales hizo un llamado a la dirección de @copreducv y a quienes por parte del gobierno nacional realizan o supervisan estos trabajos en la Ciudad Universitaria, pues consideran que la vegetación y su fauna también son parte del patrimonio biológico de la nación.
El tema con la poda es que necesitamos entender el espacio desde el punto de vista ecológico para no generar un impacto, pues la cobertura vegetal tiene distintos usos en la dinámica, algunas especies la usan como Refugio, alimento o lugar para reproducción y a nivel macro estas sirven para mitigar algunos efectos del cambio climático en los ecosistemas urbanos como las islas de calor. Así pues que romper la conectividad de los espacios los hace más vulnerables a las perturbaciones.
Es por ello que el equipo de Biodiversidad Urbana UCV ve con alarma las podas que se están realizando en los espacios de la Ciudad Universitaria, pues algunas de ellas han condenado árboles como el emblemático apamate del Reloj de la UCV, que fue cortado de forma desmedida.
«¿Cuál es el criterio que prevalece por encima de la dinámica de un ecosistema o de especies? ¿La estética? El paisajismo y la ecología del paisaje son disciplinas complementarias, que hoy cuando el mundo levanta la bandera de la sustentabilidad y la cohesión de las actividades humanas y la naturaleza es fundamental de entender”, señalan los miembros del proyecto.
Esta agrupación ha advertido sobre lo importante que es ”entender que la Ciudad Universitaria de Caracas es un ecosistema urbano de la capital, cuyas áreas verdes han cambiado desde su concepto original pues los ecosistemas vivos son dinámicos». Los cambios son parte de ellos, y restaurarlos no significa devolverlos a su aspecto original. «Los ecosistemas no son paredes o bloques que se puedan restaurar tan fácilmente, significa estudiarlos y conservar sus interacciones a fin de poder preservarlos”, concluyen.