Un total de 198 egresados (Doctores. Magíster y Especialistas) de las facultades de Agronomía, Arquitectura, Ciencias, FaCES. Farmacia, Humanidades y Educación, Ingeniería, Medicina, Odontología, Veterinaria y el CENDES, juraron “cumplir y hace cumplir las leyes de la República y los deberes inherentes a los estudios realizados” y recibieron los títulos correspondientes de manos de las autoridades universitarias.
El Secretario de la UCV, Amalio Belmonte, señaló que “la cohorte que hoy egresó, cuyos integrantes proceden de diferentes disciplinas, ratifican uno de las afortunadas premisas del pensamiento ilustrado: el conocimiento es la fuente de todas las virtudes; a lo que podríamos agregar, y la Universidad es el lugar donde el pensamiento no aparece frío e inerte; en ella, para satisfacción del gran poeta Johann Fichte, se hace posible lo que con afán reclamaba: un lugar en el cual lo aprendido y discutido se transforme en algo constitutivo de las personas, para estimulo del espíritu creador de la sociedad”, indicó.

El Secretario destacó que “quienes hoy egresaron de los diversos postgrados de la UCV, lo hicieron imbuidos de espíritu libertario y satisfacción intelectual como participantes en una celebración del conocimiento, no fueron obligados como sus pares del siglo XVIII, en la Real y Pontificia Universidad de Caracas, a someterse al mando de un Cancelario ( como refiere el profesor Idelfonso Leal), designado por la autoridad eclesiástica, quien para otorgar la acreditación académica exigía rendición de la conciencia, mediante el juramento en un Libro Misal, delante del que otorga el título, “de que siempre tendrá, creerá y enseñará de palabra o por escrito el dogma de la Inmaculada Concepción”. Y, el mismo sentido, ratificar obediencia al Rey.
En ese orden, señaló, “destacar ese cambio en la naturaleza y simbología de los actos de grados, es un homenaje al transitar de la Universidad Central de Venezuela, de Seminario sometido a centinelas del pensamiento, hacia la libertad académica y la autonomía, para mantener incólume su propósito de iluminar al país , aun cuando ocurran circunstancias que multipliquen los obstáculos para ese cometido, en una sociedad angustiada con malestares de incertidumbre, cercanos a la desesperanza”.
Acotó que “la UCV es una institución decidida a vivir, no a sobrevivir. No tiene deudas con la sociedad, sino compromiso y mística, por ello, continúa mostrándose orgullosa y digna, poblando los espacios”.
Belmonte extendió palabras de felicitación a los egresados, a las respectivas facultades, profesores y familiares, y agradeció de igual forma al personal de la Secretaria de la UCV, “cuya mística, talento y capacidad de trabajo hacen posible estos estimulantes eventos”.