A continuación presentamos discurso del profesor Alberto Navas en el acto Tricentenario de la Universidad Central de Venezuela, que se llevó a cabo el pasado 16 de diciembre de 2021, en la Plaza Cubierta «Carlos Raúl Villanueva».

REFERENCIA A LOS ESTATUTOS REPUBLICANOS DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA PROMULGADOS EL 24 DE JUNIO DE 1827.
(Acto Central para la Conmemoración de los 300 años de la UCV, fundada el 22 de diciembre de 1721 por Real Cédula de Felipe V, en la Plaza Cubierta del Rectorado de la Ciudad Universitaria de Caracas, celebrado el 16 de diciembre de 2021, bajo el Rectorado de la Dra. Cecilia García Arocha-Márquez)
Por Dr. Alberto J. Navas Blanco, Profesor Titular Escuela de Historia UCV.
Los Estatutos Republicanos de la Universidad Central de Venezuela, promulgados por el Libertador Presidente Simón Bolívar el 24 de junio de 1827, previa prolongada consulta con el claustro pleno de dicha universidad y con su Rector el Dr. José María Vargas, representó el resultado de una armónica transición desde la antigua institución colonial hacia la moderna estructuración de la nueva universidad republicana y liberal.
En primer lugar, este proceso se remonta al año fundacional de 1721, cuando el Rey Felipe V dio la real cédula correspondiente en el palacio de Lerma, bajo el frio invierno de un 22 de diciembre de la región de Burgos, allí el rey le consagró a la Universidad de Caracas, los mismas “circunstancias y prerrogativas” de la Universidad de Santo Domingo (isla la española), lo que implicaba la adopción del modelo de la Universidad de Salamanca fundada en 1218.
En segundo lugar, el mismo Rey, Felipe V, por Real Cédula del 8 de mayo de 1727, aprobó los estatutos reales de la Universidad de Caracas en el Palacio de Arajuez. En cuyo título VII se instituye el claustro pleno como centro de la autoridad universitaria presidido por el rector, lo que constituye un inicio de la autonomía soberana de la universidad caraqueña.

En tercer lugar, el Rey Carlos III, por real cédula del 4 de octubre de 1784 dada en San Lorenzo del Escorial, decretó que “que el rector de la universidad jamás deberá de ser regular, sino que siempre ha de recaer este empleo en secular, una vez lego y otra eclesiástico, cuya elección se ha de hacer en claustro pleno de doctores…” ello se trataba del inicio pleno de la autonomía universitaria en Venezuela, aún 27 años antes de la independencia republicana, pues la universidad era ya en sí misma una república académica, activando los principios de elección y alternabilidad.
En cuarto lugar, el 24 de junio de 1827, se promulgan los estatutos republicanos de 1827, basados en el estudio realizado por el claustro pleno de nuestra universidad, presidido por el Rector Dr. José María Vargas y en consulta con el Libertador Simón Bolívar, en reuniones realizadas premonitoriamente en la llamada “Casona Ibarra” de la actual Ciudad Universitaria de Caracas.
Estos novísimos estatutos de la Universidad Central de Venezuela, se basaron en la doctrina liberal universitaria española derivada del llamado “Trienio Liberal”, entre 1820 y 1823, cuando Don Manuel José Quintana impulsó la creación de la Universidad Central de Madrid. Luego, en esa misma tendencia, la “ley de instrucción del 18 de marzo de 1826” aprobada por el Congreso de la Gran Colombia, estableció las bases de lo que iban a ser las universidades centrales de Quito, Bogotá y Caracas. En conformidad con todo ello, el claustro y el libertador dieron cumplimiento a la ley creando la nueva UCV, como Universidad de Universidades, eje del proyecto educativo venezolano desde el siglo XIX.
Los nuevos Estatutos de 1827, suprimieron la odiosa discriminación racial de la “limpieza de sangre” para poder ingresar a los estudios universitarios, como también eliminaron la figura del “cancelario” como autoridad representante de la iglesia católica en la jerarquía universitaria, se aumentó el sueldo de los profesores y disminuyeron los aranceles a los estudiantes, así como se ampliaron las cátedras en una perspectiva científica y humanística para la futura universidad venezolana.
En respeto a la tradición histórica se mantuvo buena parte de la simbología original de la universidad, el uso académico del latín, el Patrozazgo de Santa Rosa de Lima y de Santo Tomás de Aquino, el ceremonial de grado y las juramentaciones sobre las sagradas escrituras, pero ahora para la defensa de la Universidad y la Constitución Nacional en lugar del rey.
La ratificación de la autonomía de la UCV en 1827, se profundizó con el incremento de la autoridad del rector y del claustro pleno, con la capacidad para aprobar sus propias normas y elegir sus autoridades. Este fuero autonómico adquirió bases reales de funcionamiento, con la dotación de bienes rentales que le garantizaban a la UCV un autofinanciamiento, disponiendo de las rentas de importantes haciendas de cacao y caña de azúcar, como lo fue la célebre Hacienda de Chuao, productora del mejor cacao chocolatero del mundo.
Más tarde, la tiranía caudillista del General Antonio Guzmán Blanco (entre 1870 y 1888), desde la década del 1880 suprimió la autonomía universitaria y despojó a la UCV de sus bienes rentales para que fuesen devorados por su oligocracia corrupta, situación que se mantuvo hasta 1935 cuando falleció el último gran tirano de Venezuela Juan Vicente Gómez. Desde aquel entonces la UCV ha vivido, por 140 años, cercada por el presupuesto nacional, siempre deficiente para la universidad y manejado a discreción por los gobernantes de turno y sus intereses.
Ya en el siglo xx, el Estatuto Orgánico de las universidades nacionales de 1946 decretado por la Junta Revolucionaria de Gobierno, replanteando el reinicio de Autonomía Universitaria, y seguidamente, el definitivo reconocimiento de la Autonomía Universitaria fue decretado en 1958 por la Junta de Gobierno de Venezuela, presidida por el Dr. Edgar Sanabria, luego del derrocamiento de la dictadura militar, lo que abrió las puertas a la actual institucionalidad ucevista, la que fue reiniciada bajo los rectorados de los Doctores Francisco De Venanzi y de Jesús María Bianco, comenzando a luchar nuevamente, desde 1970, contra los enemigos internos y externos de la UCV, sobre todo a partir de la intervención militar del gobierno del Dr. Rafael Caldera, hasta nuestros duros día de hoy, como una larga lucha, que se prolonga hasta nuestro Siglo XXI, por salvar los derechos autonómicos y republicanos que nos corresponden desde 1827 a nuestros profesores, estudiantes y egresados, representados en nuestras autoridades rectorales y por el Consejo Universitario elegidos democráticamente.