Desde un estudio óseo hasta la lectura de múltiples de sus cartas, profesionales en el área médica y de letras mostraron el lado “Humano y Científico” del Dr. José Gregorio Hernández, mediante sus respectivas publicaciones expuestas en el marco de la Semana del Libro y del Idioma de la UCV.
Estas presentaciones se realizaron en el hall de la Biblioteca Central de la UCV (@bibliotecacentralucv) la mañana del día martes 25 de abril y fue organizado por el Vicerrectorado Académico (@vracucv) en conmemoración del Día Internacional del Idioma Español, y del Día Mundial del Libro.
Las ponencias de este día se enfocaron mayormente en aspectos relacionados con el Dr. José Gregorio Hernández, y la presentación de dos libros que lo muestran desde otras perspectivas.
Tal es el caso de Carlos Ortiz (@cortizeditorial), profesor de las escuelas de Letras e Historia de la UCV, quien habló de su libro “José Gregorio Hernández, Cartas selectas”, y de Enrique López-Loyo (@elopezloyo), que expuso sobre su publicación: “José Gregorio Hernández, la epopeya de su laboratorio”.

Ortiz, explicó como fue el proceso para la publicación del escrito en el año 2000, a través de la editorial de libros del periódico El Nacional (@elnacionalweb), el cual se basó en una idea por parte del autor que formaba parte de la serie de clásicos venezolanos que en aquel entonces publicaba el diario los cuales eran de intereses populares.
Esta idea se dio puesto que ya Ortiz había leído previamente diversas cartas del Dr. Hernández y vio en ellas un material que podría ser de interés público, pues este personaje posee un amplio arraigo cultural y religioso en la sociedad venezolana.
Las cartas mostradas en el libro de Ortiz fueron extraídas de los archivos que posee la Biblioteca Central, para posteriormente seleccionar solo aquellas que mostraran las facetas menos conocidas de este beato venezolano, que presentaban a una persona totalmente desconocida e inesperada.
Entre ellas se pueden apreciar escritos dirigidos a instituciones, los cuales poseen una redacción formal, casi a José Gregorio Hernández como una institución, según declaró Ortiz; también algunos dirigidos a amigos o familiares los cuales mostraban a un personaje más humano y caluroso; y sobre todo aquellas caras o recetarios dirigidos a colegas o pacientes que reflejan su faceta más conocida como médico.

Este libro fue una muestra de “José Gregorio puertas adentro”, según Ortiz, pues el contenido de las cartas eran muy personal y reflejaban su verdadero ser. Así pues, en la publicación, se agruparon de forma que el público pudiese leer su vida como si fuese contada por él mismo, como si fuese una autobiografía, según declaró el autor.
En el año 2020, este libro sufre una revisión por parte de su autor Carlos Ortiz, quien decide publicarlo nuevamente, pero esta vez con otra editorial y con un acercamiento más personal en su contenido, lo que según él: “a pesar de que mantiene su contenido medular (las cartas) no es el mismo libro”.
En esta nueva publicación, el autor agregó 3 cartas más y efectuó una reorganización de las que ya se encontraban allí. Además, al final del compilado, agregó notas y datos que ayudan al lector a entender el contexto histórico de algunas postales del beato, y comprender lo que en ellas quería expresar para la época.
Por otra parte, Enrique López-Loyo, especialista en medicina, presentó su libro: “José Gregorio Hernández, la epopeya de su laboratorio” donde muestra las facetas de este egresado ucevista, como médico, docente, investigador y sobre todo como precursor de la instalación de uno de los laboratorios de medicina más avanzado en Latinoamérica y los obstáculos que atravesó para este logro.

López-Loyo, expuso sobre la composición de su libro el cual busca mostrar al lector el cómo un joven oriundo de la región andina del país, logró convertirse en uno de los personajes más destacados de la medicina y la investigación en el ámbito internacional, también su rol como docente integral con una dedicación a sus alumnos basado en una filosofía , sustentada en la ética profesional sin dejar a un lado sus creencias religiosas.
Este autor, señaló que dividió su libro en 4 capítulos; el primero, consiste en la muestra de los antecedentes del Dr. José Gregorio Hernández desde su lugar de nacimiento, padres, y una reseña histórica de su vida en los distintos campos que se desarrolló.
También, este primer capítulo posee datos históricos con respecto a la realidad política y social venezolana entre los años 1890 y 1900 para ofrecer una contextualización y entender el porqué de los viajes a Europa, para ampliar sus conocimientos médicos a raíz de la construcción del Hospital Vargas y como era el ejercicio de la medicina en esta época.
El segundo capítulo, se muestra el origen y evolución de las técnicas histológicas, así como de aparatos e insumos en el siglo XIX y principios del siglo XX. Con esto se busca enseñar los equipos tecnológicos que poseía Venezuela para esta época y la innovación que trajo el Dr. Hernández con su nuevo laboratorio.

Ejemplo de esto, es el caso de los microscopios, los cuales pasaron de ser aquellos modelos que llegaron al país a finales del siglo XVIII a unos apocromáticos, los cuales eran los más avanzados tecnológicamente para la época. Esto le hace obtener una pertinencia en la adecuación tecnológica de la ciencia y la medicina venezolana.
En el tercer capítulo, se habla de la fundación del laboratorio de histología normal y patológica, bacteriología y fisiología experimental, constituido en el año 1891. De estas instalaciones se muestra la descripción del local, sus equipos y demás insumos traídos desde París hasta Venezuela por el mismísimo Dr. Hernández.
López-Loyo destacó que este es el apartado que mayor contenido tiene, puesto que en él muestra todo lo que atravesó Hernández para lograr construir este laboratorio, calificándolo como una “epopeya” por esta misma razón.
Allí también se puede observar el porqué tomó como referencia las instalaciones del laboratorio de la Escuela de Medicina de París, resultando en una emulación de esta, pues él buscó traer desde los mismos equipos que se usaban hasta las sillas en la que se sentaban los médicos y estudiantes de medicina del país europeo.

El cuarto y último capítulo, hace referencia a la dimensión científica que poseía este beato venezolano y los logros que obtuvo posterior a la instalación de su laboratorio, entre ellos el convertir un gallinero que poseía el Palacio de las Academias en uno de los centros de investigación y análisis médico más avanzado del país.
También, la instalación de la ejecutoria de autopsias en Venezuela junto al Dr. Luis Razetti; la presentación de estudios enfocados en aéreas como la salud pública o la bacteriología; y la innovación con respecto a mostrar como las condiciones de vida afectaban la vida del paciente.
López-Loyo, culminó su presentación con un breve resumen sobre su participación en la exhumación realizada a los restos de este médico, motivado al proceso de beatificación que está llevando a cabo el Vaticano.
Allí habló sobre los hallazgos encontrados durante el estudio, como su causa de muerte; o la cantidad de materia ósea encontrada, la cual era menor a la que comúnmente posee el cadáver de un ser humano debido a que mientras sus restos reposaban en el Cementerio Del Sur en Caracas, su tumba sufrió profanaciones en varias oportunidades.
Esta muestra de algunos escritos inspirados en la vida y obra del Dr. Hernández fue parte de la semana del libro y el idioma en la UCV, promovida por el Vicerrectorado Académico desde el lunes 24 hasta el viernes 28 de abril, para conocer su cronograma visite las RRSS de la Biblioteca Central (@bibliotecacentralucv) o del vicerrectorado (@vracucv)