El recinto más importante y representativo de la Universidad Central de Venezuela cumple 68 años este 3 de diciembre. Estrenada en 1953, el Aula Magna es una de las edificaciones principales del proyecto Síntesis de las Artes del arquitecto Carlos Raúl Villanueva.

CONTRUCCIÓN EN TIEMPO RÉCORD

Esta gran obra fue construida en tan solo 4 meses. El contrato para su ejecución se firmó el 28 de noviembre de 1952, y en él se estableció la culminación de los trabajos estructurales para el 31 de marzo de 1953. La responsabilidad de la construcción fue concedida a la compañía de origen danés “Christiani & Nielsen”.
Esta empresa ofrece una amplia gama de servicios de construcción, incluyendo el diseño de edificios y obras de Ingeniería Civil, así como también la creación de estructuras de acero y servicios, tanto de Ingeniería Eléctrica como Mecánica. Esta compañía, que es famosa por sus operaciones importantes en Tailandia y en el sudeste asiático, actualmente forma parte del Grupo GP, una importante constructora Mexicana.
SU DISEÑO RESPONDE A LA ACÚSTICA

La acústica de un sitio se identifica como el conjunto de condiciones o características sonoras de un local, relativas a la propagación y la difusión del sonido. En este sentido es donde destaca el Aula Magna, catalogada en la década de los 80 como una de las 5 salas con mejor acústica del mundo, propiedad que aún conserva gracias a un sistema que combina la tecnología y el arte: los Platillos Voladores o Nubes Flotantes del Ingeniero y artista norteamericano Alexander Calder.
Otros elementos y materiales de la sala también están diseñados en pro de la acústica y la perdurabilidad, ejemplos de ello los encontramos en:
- Las butacas están forradas en lana de oveja chilena tejida en Inglaterra con un cosido surcado, sistema mecánico retraíble y con agujereado posterior. Este diseño da la cualidad de contrarrestar las variaciones de sonido generadas por la ausencia de público en la sala.
- Todas las puertas de la sala son “acústicas y dobles”, tanto las internas como las externas. Las internas están rellenas con un metal agujereado y un aislante, mientras que las externas son de madera, creando entre ambas una especie de vacío que evita la salida del sonido, y el ingreso de ruido del exterior.
- La alfombra original que recubría los pasillos de la sala estaba diseñada especialmente en pro de la acústica y la perdurabilidad; sin embargo tras años de desgaste constante no pudo ser reemplazada por una de cualidades iguales.
¿QUÉ SON LAS NUBES REALMENTE?

Las nubes son paneles que poseen una armazón de acero recubierto por una madera contra enchapada. El espesor de estos paneles es de ½ pulgada de espesor (1,3cm). En total son 31 paneles, 22 en el techo, 5 en la pared lateral derecha y 4 en la pared lateral izquierda. El panel o nube más grande tiene un área de 80m² y un peso de 2,5 toneladas aproximadamente.
El techo real de la sala se encuentra 3 metros por encima del que se percibe desde abajo, que es de yeso. Esto obedece básicamente a facilitar el arreglo y cambio de los sistemas de iluminación, y los mecanismos de sostén y movimientos de las Nubes.
LAS NUBES DE CALDER NO SON SOLO DECORACIÓN

Aunque el destino inicial de las Nubes no era el interior del Aula Magna, dado que la obra de este artista estaba dispuesta para la Plaza Cubierta, después de enterarse de la complejidad del proyecto sonoro del Aula Magna, Calder planteó la idea de integrar sus paneles al espacio de la sala con un fin artístico, decorativo y acústico.
Calder hizo los bocetos de la obra desde Estados Unidos y coordinó, a distancia, el trabajo de instalación junto a la firma de ingenieros especializados en acústica Bolt, Beranek y Newman (de Cambridge, Massachusetts) y, por supuesto, con Carlos Raúl Villanueva. No fue sino hasta 1955 que visitó por primera vez Venezuela y vio su obra terminada.
LA FORMA DE LAS NUBES SON PARTE DEL ESTILO DE CALDER

La forma de las Nubes son características de la obra de Alexander Calder, conocido como el inventor del mobile, móvil o chupin (juguete móvil colgante), un precursor de la escultura cinética.
El artista, que nació en 1898 y murió en 1976, en Nueva York, también elaboró obras esculturales inmóviles, conocidas como stabiles. Aunque los primeros chupines y stabiles de Calder fueron relativamente pequeños, poco a poco fue orientándose hacia la monumentalidad en sus trabajos posteriores.
Calder, cuyos abuelos y padres fueron escultores, estudió ingeniería mecánica y también se interesó por las sombras que proyectaban sus móviles, tan cambiantes como la pieza en sí, por lo que empezó a cuidar la iluminación de los espacios expositivos.
Otro factor interesante y novedoso de sus obras fue el sonido, el cual tuvo en cuenta en sus creaciones, ya que estas estructuras chocaban unas con otras. Su talento ha sido reconocido en importantes exposiciones de arte contemporáneo en las que obtuvo grandes éxitos económicos y de crítica.