En el marco de la Expo UCV 2023, el pasado 27 de febrero Milagros Rengifo (@miracle8250), abogada especializada en Derechos Humanos y Derechos Penales, presentó su ponencia “Participación plena y equitativa de mujeres y niñas en las ciencias y tecnología como forma de empoderamiento” donde habló sobre la situación actual de las mujeres dentro de estos ámbitos tanto de estudio como laborales.
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Anuncian ganador de Premio de Derechos Humanos
La Embajada de Canadá junto a la Coalición de Cátedras y Centro de Derechos Humanos Universitarios, anunció los ganadores de la 12a edición del premio Derechos Humanos de la Embajada de Canadá.
Seguir leyendo Anuncian ganador de Premio de Derechos HumanosDDHH HOY. Los Derechos Humanos, una reflexión para los venezolanos
Espacio del Centro para la Paz y los Derechos Humanos de la UCV “Padre Luis María Olaso”, para el abordaje de los Derechos Humanos desde la opinión, la reflexión, análisis y denuncia de temas centrales que afectan a la comunidad universitaria y la sociedad en general.
Seguir leyendo DDHH HOY. Los Derechos Humanos, una reflexión para los venezolanosForo por la Vida rechaza proyecto que dejaría sin recursos a los venezolanos más vulnerables
El Foro por la Vida, coalición venezolana de organizaciones de derechos humanos, rechaza el Proyecto de Ley de Cooperación Internacional (PLCI) que actualmente se discute en la Asamblea Nacional. Este proyecto plantea graves restricciones a la actividad de las Organizaciones No Gubernamentales y es una amenaza para su trabajo en beneficio de la sociedad venezolana.

El PLCI criminaliza especialmente la solidaridad con los sectores populares venezolanos que son los principales beneficiarios de la cooperación internacional y afecta el desarrollo, esencia y actividades independientes de las diversas asociaciones que trabajan en el país.
Las Organizaciones No Gubernamentales contribuyen con la sociedad, especialmente con las personas m[as vulnerables. Este trabajo incluye el acompañamiento de las víctimas de violaciones de los derechos humanos, acciones de capacitación y formación, impulso del desarrollo social, promoción del deporte, la ciencia y la salud. Antes que restricciones el espacio cívico está urgido de respeto y protección por parte de las autoridades nacionales.
Ya en el año 2006 fue aprobado en primera discusión un PLCI, que condicionaba el acceso a los fondos de cooperación internacional. Posteriormente, en los años 2010 y 2015 se propuso nuevamente su discusión.
En cada una de estas ocasiones, el PLCI ha vulnerado la Constitución venezolana, así como los estándares internacionales sobre el derecho a la asociación, participación, no discriminación, debido proceso y reserva legal. Este proyecto estatiza la cooperación internacional al pretender definir las áreas del “Plan Nacional de Desarrollo”, e impone a las ONG requisitos adicionales a los controles públicos ya existentes mediante amplios mecanismos de registro, auditorías, entrega de información y sanciones de ilegalización.

Las organizaciones que integran el Foro por la Vida cuestionan varios aspectos que establece la iniciativa legal. En primer lugar, excluye los derechos humanos como área legítima de cooperación y amenaza a las organizaciones con un registro obligatorio en el “Sistema Integrado de Registro de organizaciones no gubernamentales” (Artículo 18), en virtud del cual deberán suministrar “a las autoridades competentes, así como a cualquier ciudadano que lo solicite, la información y datos sobre su constitución, estatutos, actividades que realizan, proveniencia, administración y destino de sus recursos (…)”. El proyecto presupone la ilegalidad en las actividades de las organizaciones al exigirles entregar toda su información al Estado.
En segundo lugar, el Artículo 11 otorga al Ejecutivo Nacional la facultad de crear un “órgano técnico especial” encargado de la “captación, prestación y administración de recursos que provengan o sean destinados a actividades de cooperación internacional”. Este control legitima la disposición de los fondos de las organizaciones y su adjudicación a discreción.
Adicionalmente, el Artículo 26 incorpora sanciones que pueden acarrear hasta la “eliminación definitiva” de las Organizaciones No Gubernamentales, fundaciones o asociaciones sin fines de lucro, públicas o privadas que, a criterio del Ejecutivo, “de manera directa o indirecta, promuevan o participen con otras asociaciones, organizaciones, gobiernos u organismos internacionales, en la aplicación de medidas coercitivas unilaterales contra la República”. La ley criminaliza de este modo la acción de las ONG de derechos humanos y las estigmatiza en sus posibles interacciones con otros países o entidades de la comunidad internacional.
Advertimos los grandes daños que esta ley podría producir a las ONG en un contexto de cierre del espacio cívico, pues, de acuerdo con el Artículo 11 del PLCI, el Ejecutivo podría cambiar a su discreción la reglamentación mediante la cual establece los lineamientos y políticas de la cooperación internacional, lo que agravaría las condiciones de operación.
Por tal razón, resulta preocupante que la normativa utilice un lenguaje imprecisopara limitar la libertad de asociación, expresión, participación política e igualdad ante la ley. En consecuencia, estas restricciones afectarían a los ciudadanos más vulnerables, quienes son los principales beneficiarios de las ONG.
A pesar de conservar una estructura que resguarda la garantía de los derechos humanos, el proyecto de ley es una reedición de la tesis del enemigo interno que despoja a la población venezolana de los recursos y mecanismos de protección internacional en medio de la emergencia humanitaria compleja.
Cercenar la actividad de las organizaciones significa privar a las víctimas de derechos humanos y los sectores más vulnerables del alcance de la justicia, reparación y solidaridad.
Finalmente, las organizaciones que integramos el Foro por la Vida exigimos respeto y garantías para el trabajo de las ONG y los derechos de las víctimas y personas más necesitadas del país.
Suscriben:
Acción Ciudadana Contra el SIDA (ACCSI)
Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello
Centro Gumilla
Centro para la Paz y Derechos Humanos de la Universidad Central de Venezuela
Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana
Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Venezolana de Religiosas y Religiosos (CONVER).
Comité de familiares de víctimas de los sucesos de febrero y marzo de 1989 (COFAVIC)
Comité Pro Defensa de los Derechos Humanos Familiares Víctimas del Estado Falcón (COPRODEH
Espacio Público
Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP)
Oficina de Derechos Humanos del Vicariato Apostólico de Puerto Ayacucho
Justicia y Paz Cáritas Los Teques
Programa Venezolano Educación – Acción en Derechos Humanos (PROVEA)
Servicio Jesuíta de Refugiados
Vicaría de Derechos Humanos de la Arquidiócesis de Caracas
Día internacional de la No violencia y la realidad de Venezuela, según el Centro para la Paz y DDHH UCV
El Día internacional de la No violencia y realidad en Venezuela, declarado por la Organización de las Naciones Unidas y celebrado el 2 de octubre de cada año en honor al nacimiento de Mahatma Gandhi, hace alusión al principio de la No Violencia y el deseo de asegurar una cultura de paz, tolerancia y comprensión. También se busca difundir este mensaje de forma mundial a través de la educación y la conciencia pública.
Así lo señala el Director del Centro para la Paz, Juan Carlos Barreto, quien contrastó la realidad de Venezuela con relación a la no violencia, una filosofía carente actualmente en el país. Esto, debido a que el Estado no ha abordado de forma correcta esta situación, lo que ha hecho que dimensionar la magnitud de la misma y sus causas, sea algo difícil y por ende no se puedan elaborar los planes correctos para atacarla.

Otra de las razones por la cual ha perdurado este problema en el Venezuela, es que no se toman las debidas medidas correctivas contra la violencia, lo que genera nuevas formas de violentar tanto en el ámbito nacional, como en el regional, estadal, municipal y local, según palabras de Barreto.
El director agregó que “la violencia toca a nuestra puerta cada día, y deja atrás una gran situación de frustración, miedo y mucha impotencia (…), pues una de las variables que afectan a los venezolanos es la inseguridad (según estudios del Centro para la Paz).
Además, la mayoría de los venezolanos no son proclives a denunciar los hechos delictivos por la desconfianza de las víctimas hacia el sistema de justicia venezolano”. Por ello, alrededor de 60% de venezolanos que han sido víctimas de algún tipo de violencia no lo denuncian, lo que contribuye al aumento y prácticamente sistematización de esta problemática.
De igual manera, la pandemia del Covid-19 y la cuarentena preventiva iniciada en 2020, generó nuevas formas de violencia en el país, entre ella la violación de los DDHH a los presos políticos en el país (según el informe 2020-2021 de la comisionada Michelle Bachelet). También se incremento la violencia sexual, el acoso y el amedrentamiento contra periodistas o personas que expresen disidencia en sus opiniones, como los estudiantes o profesores.
Los casos violentos más resaltantes son los casos de ejecución extrajudicial por parte cuerpos de Seguridad del Estado y los casos de feminicidio. Ambos tienen en común la falta de denuncias ante los organismos competentes, según el Centro para la Paz, lo que hace que su abordaje no sea el correcto y por consecuente genere un espiral sin fin de violencia y temor.
Es por esto que la institución invita a realizar la denuncia, tanto en dichos entes como en organizaciones no gubernamentales de DDHH, los cuales brindan asesoría en este tipo de casos.
Asimismo, el Centro para la Paz hace un llamado a la no violencia, rechazando todo tipo de actos que, de una u otra manera, agredan la vida del ser humano. Esta acción toma como punto de partida el ítem 16 de los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU, el cual destaca la promoción de la paz y la justicia.
Sin embargo, su cumplimiento es complicado, debido a la inexistencia de garantías de DDHH dentro del sistema judicial venezolano, que ha sido partícipe en casos de impunidad, retardo procesales, desigualdad, corrupción e ineficiencia.
A esto se suma los cuerpos de seguridad que no son preventivos sino reactivos, lo que hace que la violencia aumente dando como resultado una “Emergencia Humanitaria Compleja”, según palabras de Barreto, quien con ello se refiere a una situación que afecta todos los ámbitos de la vida humana, y es la responsable de las migraciones forzadas por falta del sentimiento de estar seguros.
Para Barreto, en la institución se apuesta a la investigación y el estudio a los actos de violación de DDHH en el país, con especial énfasis a la violencia en contra de la comunidad universitaria en los últimos años.
De igual manera para hacer llegar una cultura de paz y no violencia a la población venezolana, el Centro para la Paz de la UCV está planificando impartir un diplomado especializado en “Cultura de Paz”, el cual ya se encuentra en las últimas etapas de revisión para ser mostrado al público. Barreto enfatizó que uno de los pilares fundamentales en este diplomado es “la filosofía de la no violencia de Gandhi”.
En este mismo marco, se planea realizar un curso para educadores y estudiantes, denominado “educación para la paz”, el cual tiene como misión llevar la cultura de paz a las aulas de clases multiplicando este mensaje a través de las personas para que se inscriban y así ofrecer aportes en el mejoramiento de la sociedad y cultura de paz en Venezuela.